Vestido BODIES OF SOULS
"Cuando morimos, dejamos el cuerpo. Los mejillones también."
Esta frase puede evocar una reflexión profunda sobre la transitoriedad de la vida, el ciclo de la naturaleza y la relación entre lo humano y lo orgánico. Los mejillones, como otros seres vivos, dejan atrás su concha cuando mueren, algo que al mismo tiempo sirve como símbolo de protección, refugio y memoria. De alguna manera, este pequeño gesto puede interpretarse como una metáfora de cómo, aunque nuestros cuerpos se desvanecen, lo que hemos sido y lo que hemos creado sigue con nosotros de una forma u otra.
Si lo conectamos con el concepto de Pat Strenc, donde la naturaleza y lo artesanal se fusionan en cada pieza, esta reflexión también puede verse como un homenaje a la belleza efímera y duradera de lo natural. Así como la concha del mejillón se conserva y sigue siendo un vestigio de su existencia, las creaciones que dejamos atrás, hechas con materiales naturales y tejidos con historia, también perduran de alguna manera, llevando consigo el alma y la esencia de lo que fuimos.
#
RECICLAJE
CONCHAS DE MEJILLONES
Este vestido elaborado es una pieza escultórica única, creada a partir de 1.818 conchas de mejillones recicladas, recolectadas de un restaurante, y 5.454 nudos de cuerda de cáñamo, que juntas forman una obra llena de fragilidad y fuerza. Cada concha, meticulosamente colocada, no solo es un elemento decorativo, sino que tiene un profundo simbolismo: representan cuerpos femeninos viajeros, almas errantes que han recorrido el mundo en busca de su esencia, y que, al concluir su viaje, dejan sus cuerpos en la Tierra como vestigios de su paso.
Este vestido es una historia contada a través de materiales reciclados y naturales, una celebración de la unión de almas viajeras de todo el mundo. Las conchas, como cuerpos que han vivido y viajado, y los nudos de cáñamo, como conexiones que unen todo, nos hablan de la interconexión entre la naturaleza, el ser humano y el viaje de la vida. La fragilidad de las conchas y la fuerza del cáñamo se combinan para crear una pieza que, aunque delicada, transmite una poderosa sensación de resiliencia y trascendencia.
Al igual que las almas que atraviesan el mundo, este vestido es una manifestación de los recuerdos, las historias y los destinos entrelazados, que una vez completado su viaje, dejan una huella duradera en la Tierra.
